PRIMERA CONSECUENCIA DE LA LEY DE EDUCACION FRENTEAMPLISTA.
Vamos a ser un punto y aparte o afuera de contexto, no es propósito de quien firma al pie de pagina, utilizar este blog con propositos personales para abrir opiniones políticas, no porque no la tengamos, tampoco es por miedo al compromiso. Reconocemos en nosotros una gran carencia política ideológica, pero la realidad está ahí no la podemos esquivar, es porfiada y persistente y si algo nos hemos propuesto desde hace más de 25 años es cambiarla, antes con el Frente Amplio como herramienta para los cambios pero con semejante claudicación para con el pueblo, ahora lo hacemos desde la Asamblea Popular. El tema que no podemos esquivar son las consecuencias que trajo en el parlamento la aprobación de la ley de educación. La golpiza vivida por jóvenes en las propias narices de la bancada Frenteamplista, el asombro nada creíble del presidente del senado y su posterior denuncia penal, con las consecuencia de jóvenes estudiantes remitidos, nos hablan a las claras del degeneramiento que ha sufrido el Frente Amplio. No nos extraña, o quizás si, tal vez aguardábamos que en el último minuto de gobierno pudiera darnos algún atisbo que diera por cierto aquel dicho que dice que “donde hubo fuego cenizas quedan”, nada más lejos de los hechos, el gobierno del F.A. luego de transitar por los caminos políticos que transitó y transita, jugando al equilibrio entre trabajadores y patrones, entre 1 millón de pobres e inversión extranjera , entre Mercosur y llamar de defensor de la democracia y la libertad a George Bush no le queda otra puerta abierta que el de la derecha , lo pensé hace algún tiempo atrás y los hechos me dan la razón. Al F.A. no le queda otra que derechizarse, también entre otras cosas porque ahí están los votos. Rompieron al F.A. deshicieron el discurso de izquierda, alinearon a importantes dirigentes del PIT-CNT con su complicidad al proyecto gubernamental, trayendo el descreimiento de los trabajadores en sus propias fuerzas, tampoco tuvieron empacho en romper los lazos que los unen a sus propias fuerzas políticas, que los han traído en andas desde hace años.
