Sabemos- por que lo hemos sufrido- del dolor que se padece en tan ingratos momentos. Donde debemos recurrir a la reserva suficiente que todos tenemos acumulada para poder sobre llevar los mismos. A la compañera Graciela el reconocimiento de su pasaje por estos planos de la vida y su aporte a la sociedad, la cual supo integrar y representar con dignidad. A todos aquellos que, aferrándose de manera entusiasta a la esperanza, les recuerdo lo que siempre Gustavo Dalgalarrondo nos decía ; nada se pierde todo se transforma.
Sueña el rey que es rey, y vive
con este engaño mandando,
disponiendo y gobernando;
y este aplauso, que recibe
prestado, en el viento escribe,
y en cenizas le convierte
la muerte, ¡desdicha fuerte!
¿Que hay quien intente reinar,
viendo que ha de despertar
en el sueño de la muerte?
Sueña el rico en su riqueza,
que más cuidados le ofrece;
sueña el pobre que padece
su miseria y su pobreza;
sueña el que a medrar empieza,
sueña el que afana y pretende,
sueña el que agravia y ofende,
y en el mundo, en conclusión,
todos sueñan lo que son,
aunque ninguno lo entiende.
Yo sueño que estoy aquí
destas prisiones cargado,
y soñé que en otro estado
más lisonjero me vi.
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño:
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.
Calderon de la Barca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario