Que tristeza: la inmediatez que manejamos para ubicar en nuestra rutina diaria los objetivos a alcanzar junto con los métodos que empleamos para intentar lograrlos, estos no parecen emanar de un punto de partida que nasca a partir de un análisis, aunque mas no sea de la utilización del sentido común.
Que tristeza: esperábamos escuchar y ver las entrevistas a los funcionarios responsables acosados por las preguntas del periodismo. Esperábamos ver a entrevistados y entrevistadores dar la cara, a los tertulianos tratar el tema, a los intelectuales en actividad, a los otros saliendo de sus cuarteles de invierno, a MONSEÑOR convocando a la grey católica a una misa por estas almas que se fueron antes de tiempo, ( ¿ o se estará muy ocupado con su superior que no queda tiempo para interesarse de los problemas terrenales?), a la sociedad hablar , reflexionar, pero no, en cambio, a esta, la frase que le nace con espontaneidad es : y bueno; son delincuentes.
Decimos: no existe delito por cruel que este sea, que pueda ser penalizado con semejante castigo, con tanta severidad, mucho menos a un conjunto de personas de manera simultanea. Solo el hecho de saber que alguien piensa lo contrario , debería por lo menos horrorizarnos.
Que tristeza: todavía manejamos que este pueblo exhibe como virtud la solidaridad, creencia manejada y manijeada básicamente por medios de comunicación, los cuales muchas veces obtienen suculentas ganancias y marketing gracias a empresas, colectividades , individuos etc, que son inducidos para que aporten economicamente con el pretexto de volcarlos a nobles fines , quedando de esa manera satisfechos los aportantes y los que lo reciben, y nos la creemos todos.
Que tristeza: ver los muros pintados de rosado con consignas vacías, gastadas por el paso de los acontecimientos, pero vueltas a escribir una y otra vez de manera fatigosa, casi sin rumbo.. No sera momento de innovar? VERDAD Y JUSTICIA para lo de ayer SI, para lo de hoy URGENTE. Los problemas de ayer no resueltos se hacen presentes hoy, con otro formato, con otros actores, pero en el fondo y no tanto, son delitos contra los derechos humanos.De no actuar, el verso se nos cae muchachos.
Que tristeza: compatriotas marcados por la ley salen de su anonimato de entre cientos de miles de carenciados y pagan con su vida la negligencia estatal. Preguntamos: ¿estos presos sociales, hasta donde lo son. ? O mejor dicho ¿ cual es la linea divisoria que pone de un lado y del otro a un preso social de un preso político? Aun así, en cualquiera de ambos casos, el respeto por los derechos humanos y la exigencia que se las respete debería de estar fuera de toda discusión.
Que tristeza: hemos llegado a un punto de situación en el cual no podemos aceptar que, semejantes acciones puedan ser explicadas tras la sencillez , la simpleza política de¨" la herencia maldita" o la consabida frase de " que todo fue producto de un cumulo de errores".
Las tragedias de los sectores de nuestra sociedad más desposeídos como los narrados, van de manera inseparable con los que se van sucediendo cotidianamente entre nosotros , formando eslabones de hechos de una larga cadena donde los mas débiles son protagonistas por el solo hecho de su condición y mientras se sigan fabricando pobres y estos se contrapongan con los numeros "macroeconomicos" seguiremos multiplicando todas estas situaciones.
Que sucedió? negligencia? indiferencia? lucha de clases? exterminio? o todo forma parte de un todo?.
La solución, para los que no gustan de los diagnósticos, no la tengo, pero resulta evidente que la sociedad deberá asumir el rol que le corresponde como tal, y dentro de esta tienen la responsabilidad de guiarla aquellos sectores sociales organizados en sus variadas formas que se dicen estar en la búsqueda de un país mejor. Otro aporte importante deberá ser, sin dudas, la formación de personas con capacidad de lideres que hoy por hoy sufren el desgaste en polémicas con el espejo.La falta de liderasgos que oficien de opositores políticos y de izquierda es indisimulable,por no decir que brilla por su ausencia. En otros aspectos, no olvidar que, debemos cultivar la firmeza del espiritu para que nos proteja de las adversidades repentinas.
Queremos dejar en claro para aquel que no conoce el Uruguay del presente que: en este país no existe dictadura, tampoco la persecución política, religiosa, ideológica y de ninguna otra índole. Solo avanza la pobreza.
http://www.youtube.com/watch?v=oeD3tPwJcCs
No hay comentarios:
Publicar un comentario